¿Estás pensando en cambiar las puertas de paso de tu casa? Parece fácil, pero en realidad no lo es. Las puertas son elementos que tienen mucho valor estético en nuestro hogar, pero también hacen que nuestra casa esté bien aislada acústica y térmicamente. Así que, antes de cambiar tus puertas de casa, debes tener en cuenta 4 claves: elegir bien el material, la apertura de la puerta, sus medidas y, por supuesto, los acabados que quieres darle. De todo ello, dependerá acertar y que se renueve por completo el aspecto de tu vivienda.
Tipos de aperturas
El tipo de apertura que tenga una puerta de paso depende mucho del espacio que se tenga en la estancia. Normalmente, se suele optar por puertas abatibles pero hay otras formas de apertura que nos ayudan a ganar metros y que consiguen una mayor continuidad visual en el conjunto de casa. Según el tipo de cambio que quieras hacer, puedes optar por cambiar las dimensiones de la puerta o su sistema de apertura.
Piensa que las puertas abatibles, pueden ser ciegas o llevar incorporadas algún cristal que aporte más luz a la estancia. Con este tipo de puertas, el recorrido de apertura que realiza la hoja se pierde; así que lo más conveniente es que cuando las abras, queden pegadas a la pared. Este tipo de puertas pueden ir con bisagras que quedan a la vista o con bisagras que son invisibles, pero piensa que estos pequeños detalles también van a influir en su coste.
Las puertas correderas también pueden ser otra opción. Las hay que se deslizan sobre guías y una pared y las hay ocultas que se encastran en el tabique y quedan escondidas.
Las puertas correderas proporcionan aproximadamente 1,5 m² de apertura respecto a una puerta abatible. Por tanto, resultan muy apropiadas en espacios reducidos como los baños de la casa.
Su apertura y cierre es tipo fuelle. Es una opción económica cuando no hay espacio para abrir una hoja ni para «ocultar» la hoja de una corredera. El material suele ser plástico y puede ser ciega o con aperturas en los elementos que forman la hoja.
También hay puertas de apertura pivotante. Éstas tienen grandes dimensiones y requieren de mucho más espacio para poder abrirse, pero son enormemente vistosas, por lo que suelen utilizarse para zonas de acceso. También hay puertas de apertura de vaivén, que se usan generalmente para las cocinas porque pueden abrirse en cualquier sentido con solo empujarlas levemente. Ahora bien, el espacio que ocupa la hoja ha de estar despejado a cada lado de la puerta y debes saber que la puerta continúa moviéndose siempre después de que hayas entrado y salido.
Dobles o individuales
Además, las puertas, sean del tipo que sean, pueden ser individuales o dobles. Si son dobles, pueden contar con dos hojas del mismo tamaño o por una más estrecha y otra convencional. Y puedes colocar por una puerta ciega o con una parte de cristal para que la luz entre en la estancia.
Acabado de las puertas
Las puertas de madera pueden ser macizas (de mayor calidad y, por tanto, más caras) o huecas. La elección que hagas dependerá del presupuesto con el que cuentes. Y por lo que respecta a la parte que se ve de la puerta de interior, el acabado puede ser pintado, chapado o lacado.
Aunque si quieres algo más económico, puedes optar también por otros acabados como en tableros de DM; el PVC o el cristal templado.
Las medidas de las puertas de interior
La verdad es que las puertas de paso se pueden hacer como queramos y del tamaño que deseemos Eso sí, si no tenemos problema de presupuesto para encargar una hoja especial. Aunque lo normal es recurrir a medidas estándar.
Si se trata de unas puertas abatibles, hay medidas habituales que van desde los 62,5 centímetros hasta los 82,5 centímetros. La altura habitual de una puerta de paso suele ser de 2,03 metros, pero si la puerta es de doble hoja, el ancho total puede oscilar entre los 1,25 y los 1,45 metros.
En el caso de una puerta corredera, las medidas estándar pueden variar un poco. aunque. Para una hoja de 70 centímetros de ancho el espacio total que necesitas es de aproximadamente 1,53 metros para abrirla bien.