Las decisiones siempre son difíciles. Y si se trata de elegir algo como el color de tus paredes, aún más. No sólo influye en tu estado de ánimo o interactúa con el resto de la decoración, sino que en sí mismo constituye uno de los pilares sobre los que se asienta el estilo de tu casa. La clave para elegir el color de pintura perfecto está en tomártelo con calma, haciendo pruebas y dándote tiempo para evaluar los resultados, además de unos cuantos trucos de decorador que hoy vamos a compartir contigo para que la próxima vez que tengas que enfrentarte a este reto sepas coger el toro por los cuernos: Al fin y al cabo, la pintura es uno de los elementos clave que deberás renovar periódicamente por el bien de tu hogar.
Consigue los textiles primero
Un mal hábito muy común es pintar primero y después comenzar con la decoración, cuando es un hecho que la pintura convive en simbiosis con el resto de elementos decorativos. Puedes prevenir fácilmente este error planificando el interiorismo de tu casa en un orden correcto. Los textiles, tales como tapizados o cortinas, deben estar bien claros antes de elegir el color de la pintura, de lo contrario puedes encontrarte con que ninguna de las opciones del mercado encaja con el color que elegiste en su día. Por otro lado, si actúas al revés, siempre puedes lograr la mezcla de color perfecta para combinar con ese nuevo sofá protagonista del salón.
Clave de interiorista: Los estampados son una elección inteligente; dentro de sus múltiples tonos siempre encontrarás alguno que funcione con el color que buscas para las paredes.
Ten en cuenta los espacios vecinos
Considerar cada estancia como un espacio aislado y tratar de conferirle una personalidad única y diferenciada del resto es un grave error. Tal vez funcione en algunos casos, como sótanos reformados, pero la realidad es que este tipo de decisiones te conducirá a que tu hogar parezca sobrecargado y visualmente pesado. Tu hogar debe ser un todo cohesionado, dentro del cual la pintura puede actuar como un elemento unificador, por lo que siempre debes tener en cuenta cómo funcionará un determinado tono dentro del esquema general de la casa.
La iluminación también importa
Te guste o no, la iluminación y el color funcionan juntos. Muchas veces la iluminación de una habitación realza totalmente la pintura de la misma, mientras que otras veces comprobamos cómo un salón parece completamente diferente dependiendo de si lo vemos durante el día o la noche. Por eso, insistimos, es crucial que efectúes tantas pruebas como necesites, a tu ritmo, hasta convencerte con el resultado.
Clave de interiorista: Pinta pequeños sectores de la habitación con una pre-selección de colores (incluso mejor si pintas papeles y los fijas a la pared) y obsérvalos durante varios días y noches antes de elegir.
Elige el acabado perfecto
Como puedes comprobar, el color es solo una parte del resultado final. Pero, al igual que sucede con la iluminación, el acabado de la pintura también importa. Los más comunes son la pintura al temple o la pintura plástica, sin embargo el mercado está repleto de opciones que, en combinación con los tonos, pueden crear resultados fantásticos desde el estuco veneciano hasta las pinturas metalizadas, pasando por tonos mate, brillantes o la decisión de si conservas o no el gotelé pasado de moda.
Las opciones son múltiples y para la mayoría de nosotros el proceso puede ser bastante difícil. Pero no pierdas la esperanza, puedes usar los consejos de este post como tu guía definitiva para elegir el color de pintura perfecto y pedirnos presupuesto sin compromiso.