Quizá hasta que no nos hemos visto obligados a estar encerrados en nuestra casa, no nos hemos dado cuenta de las carencias que tenía nuestra vivienda. En nuestra vida anterior, pasábamos horas y horas fuera, utilizando la casa solo para dormir y los fines de semana. Con tan poco tiempo en el interior, no nos dábamos cuenta de que había cosas que no estaban preparadas para una vida confinada. No sabemos si nos volveremos a confinar, lo que sí estamos viendo es que desde que ha ocurrido todo esto, se han incrementado las peticiones de reformas en algunas viviendas que no estaban lo suficientemente preparadas para unas circunstancias como la vividas.
Terrazas y balcones
Estar encerrados durante más de dos meses sin poder salir salvo a lo imprescindible hizo que muchas familias se dieran cuenta de la necesidad de tener un balcón o una terraza donde poder tomar el aire. Muchos hogares para tener más metros cuadrados disponibles, cerraron la terraza, quedándose sin ese espacio al aire que tanto se ha necesitado este tiempo.
En condiciones normales, agradecemos los metros cuadrados de más que nos ofrece el cerramiento, pero nos hemos dado cuenta que cuando pasamos muchos días encerrados en casa, necesitamos un espacio donde salir y tomar el aire.
Por eso, desde que se terminó el confinamiento, se han incrementado por un lado las búsquedas de viviendas con terraza y balcón y las reformas para abrir aquellos espacios que en su día fueron cerrados.
La luz
En nuestro día a día anterior, llegábamos a casa de noche (o casi), por lo que tampoco disfrutábamos de nuestro hogar con luz del día. Sin embargo, cuando nos hemos visto obligados a pasar más tiempo en el interior, probablemente hemos sido conscientes en muchos casos, de la luz que tiene la casa.
Hemos pasado horas y horas frente al ordenador, una luz artificial que al final acababa cansándonos la vista. Y una vez terminábamos de trabajar, nos apetecía alejarnos de esta artificialidad para disfrutar de la luz natural. La sorpresa venía cuando queríamos asomarnos a la ventana y lo único que veíamos era oscuridad, o como mucho al vecino del piso de en frente. Por eso, desde esos momento se han multiplicado las peticiones de obra nueva con ventanas al exterior.
Mejor organización de espacios
El confinamiento hizo que las habitaciones de nuestras casas sirvieran como oficina, gimnasio y zona de descanso. Por eso desde que hemos salido del confinamiento se están solicitando reformas donde se separen claramente diferentes espacios en la vivienda. Nadie quiere que se vuelvan a repetir las situaciones que hemos estado viviendo, sin embargo, nos estamos equipando y preparando por si volviera a suceder.
Separar espacios es fundamental para no tener que estar todos los residentes de una vivienda en una misma habitación haciendo diferentes actividades.
¿Abrir espacios?
Puede ser otra alternativa de cara a tener un espacio único pero mucho más amplio donde puedas dividirlo por partes sin necesidad de mover el mobiliario, por ejemplo, para hacer ejercicio. Tirar un tabique es una posibilidad muy contemplada sobre todo en reformas de viviendas más antiguas. Las construcciones de antes estaban diseñadas con más habitaciones pero con menores dimensiones. Por eso una solución habitual en estos casos es la de tirar una pared, y ahora más que nunca.
Aíslate bien
Probablemente estos casi tres meses encerrados te hayan servido para darte cuenta de lo escandalosos que son tus vecinos o del ruido de los coches en la calle a las 4 de la tarde. Eso es porque el aislamiento acústico no es tan bueno como creías. Hasta ahora no te habías fijado en la cantidad de ruido que hay durante todo el día en casa.
Pero estos meses has sido consciente de todo el jaleo que hay y si aún estás teletrabajando, sigues sufriendo las consecuencias del ruido. Elige para tu reforma unos materiales acústicos buenos y verás cómo cambia la vida en tu casa.