Existen muchos modelos de cocinas. Que elijas unos u otros se verá condicionado fundamentalmente por dos razones: el estilo que tengas pensado y las dimensiones de las que disponga la estancia para ajustarte a ella. En más de una ocasión hemos hablado de las tendencias en cocina con isla, pero esto es posible en aquellas que sean lo suficientemente grandes como para poder ponerlas.
En otros casos cuando la cocina es pequeña, se puede optar por abrirla y unirla con la estancia contigua, dando así una sensación de mayor amplitud. Puedes beneficiarte de las cocinas abiertas en muchos sentidos y no solo en el espacio.
Cuando se trata de una cocina pequeña, hay que aprovechar cada rincón para hacerla lo más utilizable posible. Por eso en casos como estos, las cocinas lineales son la mejor opción. Poner todo en un mismo lado de la cocina te dejará libre la otra pared para por ejemplo, instalar una mesa plegable en la que comer cuando llegue el momento. En este caso no se recomiendan ni las cocinas en forma de L ni las islas.
Hay ciertas ventajas de este tipo de cocinas en línea. Al usar solo una pared con lo imprescindible: placa de cocina, electrodomésticos y encimera, el resto de paredes las tendrás libres para emplearla con mobiliario alternativo (si es que como hemos dicho antes no lo quieres dejar libre). Esto le dará muchísima más amplitud a tu cocina.
Por otro lado, la organización y el sentido del orden serán mucho más sencillos en estas cocinas alargadas modernas que en las que tienes que moverte de un lado a otro para coger todo lo que necesitas. Con este formato de cocina, está todo mucho más a mano, siendo así más versátiles.
Poner mobiliario en alto (haciéndolo que se ajuste a nuestras características) ayudará aprovechar al máximo una pared. También puedes instalar mobiliario de almacenaje en la parte inferior que te permitirá guardar todo tipo de menaje y alimentos.
Las cocinas en línea vienen especialmente bien para aquellas cocinas alargadas (ya sean grandes o pequeñas), pudiendo aprovechar un lateral y dejando el otro espacio libre para pasear. Al estar todo concentrado en un lado, las partes restantes pueden dejarse sin amueblar haciendo que un espacio pequeño acabe pareciendo más grande de lo que verdaderamente es.
No obstante, siempre es mucho más complicado amueblar una cocina pequeña que una grande. Los errores en una de dimensiones menores pueden ser mucho más graves que si se trata de una grande. Por eso, para no pecar de inocente, deberías evitar algunos errores que pueden provocar que su utilidad quede reducida.
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